Madres: "Cuando el amor y el caos van de la mano."
"Porque detrás de cada madre, hay una historia que nadie imagina."
"¿Qué harías si tu madre te lo contara todo?": Una serie de preguntas provocativas que la obra responde.
Para madres:
“Sabemos que no todo es perfecto. Por fin, una obra que cuenta la verdad.”
“Ser madre no es fácil… pero entenderla tampoco.” amor, sacrificio, culpa, humor y verdad.
Dicen que ser madre es lo más hermoso del mundo… pero nadie habla de lo que duele."
Todo el mundo habla de las madres perfectas.
Esta obra no." Madres" no es solo una obra de teatro… es un viaje a esas verdades que pocas veces se dicen en voz alta. Es una invitación a mirar más allá de la mujer que todo lo da, y descubrir a la persona que también ríe, llora, se equivoca… y sigue adelante.
Porque ser madre no es solo dar vida, es aprender a vivir con el corazón dividido.
Ven a emocionarte, a reír, a llorar… y quizás, a entender un poco más a la mujer que, de una forma u otra, ha marcado tu historia.
Porque, al final del día, todos venimos de una madre… ¿No es hora de escuchar su verdad?
“MADRES" – La historia que merece ser contada. PRÓXIMAMENTE … ¡No te la pierdas!
Ser madre es caminar por la delgada línea entre el sacrificio y la satisfacción, entre el cansancio que agota el cuerpo y la dicha que llena el alma. Es dar sin medida, aun cuando las fuerzas flaquean, y encontrar en una sonrisa, en un "te quiero", el alivio más profundo a las renuncias silenciosas.
Es perder horas de sueño para cuidar un llanto, callar deseos propios para cumplir los sueños de otro, y descubrir que, aun en la entrega más absoluta, el corazón se expande y se fortalece. Es renunciar a parte de quien eras para dar paso a quien necesitas ser, porque desde el instante en que sostienes a tu hijo por primera vez, el "yo" se transforma en "nosotros".
SER MADRE es llevar en los hombros el peso de preocupaciones que nadie ve, y aun así, ofrecer un abrazo cálido que lo alivia todo. Es saber que tus manos siempre estarán extendidas, aunque algún día no te necesiten para sostenerse. Es doblarse, pero nunca romperse; ceder, pero nunca rendirse.
Y en medio de cada sacrificio —las noches en vela, las lágrimas ocultas, los sueños pospuestos— florece la mayor satisfacción: ver a tus hijos crecer, reír, soñar, ser. Saber que cada esfuerzo construye un futuro, que cada renuncia siembra amor. Porque ser madre es dar todo de ti, y aun así sentir que has recibido el regalo más grande de la vida.